Disfrutar de una buena comida depende, en gran medida, de factores como la calidad de la materia prima, las técnicas gastronómicas que se empleen o el servicio, entre otros aspectos. Sin embargo, una parte del futuro de las comidas en restaurantes depende también de la tecnología que se adopte para transformar esa experiencia gastronómica en algo diferente, fuera de lo común.
Por eso, el uso innovador de la tecnología permite al sector de la restauración crear experiencias más personales y atractivas: conectamos mejor y disfrutamos más de la experiencia. Es una de las conclusiones del informe “State of the Industry: Future of In-Restaurant Dining” realizado por Incisiv en colaboración con Toshiba Global Commerce Solutions, donde se indica que la tecnología ayuda a eliminar esos obstáculos logísticos que en ocasiones encontramos para hacer que el comensal se centre en la experiencia: medios de conexión con el restaurante o herramientas que permitan la división de las cuentas son sólo un ejemplo de ello. Es, en definitiva, ofrecer experiencias digitales que faciliten las comidas en grupo.
Además, del estudio se desprende que el 68% de los restaurantes implementa menús digitales interactivos que permiten a los comensales explorar los platos y los ingredientes de manera más minuciosa. Pero ¿qué ocurre con la vida en la cocina del establecimiento? ¿Cómo puede facilitar y mejorar la experiencia del comensal a través de la tecnología? Lo puede hacer echando mano de muchas herramientas. De hecho, el 35 % de los restaurantes utiliza sistemas de gestión de inventario digital para tener el registro de sus existencias actualizado en tiempo real y el 36 % ha integrado el cronometraje de pedidos con los sistemas de visualización de la cocina para sincronizar los pedidos y la entrega.
Se trata, en definitiva, de elevar las reuniones y comidas a una experiencia singular en la que la innovación que ofrece la tecnología tiene mucho que decir, transformando esos momentos en ocasiones especiales.