El ritmo es frenético en restaurantes y cafeterías donde la excelencia de lo que se ofrece se da de la mano con la excelencia en el servicio. Agilidad o reducción de tiempos de espera son a veces incompatibles con la rapidez de cobro, espacio en mostradores o las prisas por recoger las comandas.

Por eso, la durabilidad y la fiabilidad son dos consideraciones importantes a tener en cuenta cuando se invierte en hardware para puntos de venta. Es la forma de mejorar la experiencia de pago a la vez que libera al personal de los locales de la preocupación por derrames de líquidos u otras adversidades que pueden afectar a sus dispositivos… para que el uso de la tecnología no sea un obstáculo para cumplir sus objetivos.

Soluciones reforzadas a prueba de momentos de estrés y alto tránsito de clientes son ya un requisito indispensable. De hecho, un informe derivado de una encuesta realizada por Big Village relativo a la repercusión de los sistemas de punto de venta (POS) reforzados deja ver las ventajas del uso de este tipo de tecnología en el ámbito hostelero.

Para realizarlo, se han establecido diferentes pruebas técnicas que reunían desde la exposición a situaciones extremas de temperatura y humedad, polvo y pelusas, derrames líquidos, navegación con pantalla táctil o servicios de soporte, entre otros. El informe concluye, en este sentido, que el dispositivo de punto de venta TCx® 810 de Toshiba ha demostrado ser superior a los modelos de POS de marcas competidoras. La compañía tecnológica resuelve así con su principio de “Retail hardened” los desafíos a través no sólo de la durabilidad, sino también a través de la precisión, la flexibilidad y la facilidad de mantenimiento de las soluciones que ofrece a la hostelería y restauración.

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